¿Cómo conocí la obra de Laura Escudero? Gracias a una
profesora del colegio que nos dio como lectura de ese año Encuentro con Flo, que resultó ser una maravilla de emociones escritas con humor e inteligencia.
Años después volví a leer esa hermosa historia y decidí
buscar en Internet a la autora, una talentosa cordobesa que
además de ganar el premio Barco de Vapor, DOS veces, trabaja para incentivar a
los jóvenes en la lectura mediante el dictado de talleres en CEDILIJ (Centro de
Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil)
CHB.: Heredé un fantasma fue tu primer novela ¿En que
momento de tu vida te diste cuenta de que querías escribir?
Me parece muy difícil decirte en qué momento. Sospecho
que no sé cuándo sucedió exactamente. Uno Laura Devetach, acá en Córdoba, que decidí emprender la aventura de
buscarle forma a una obra. Me conmovió muchísimo su confianza en una poética
destinada a la infancia y su compromiso ético con la escritura de literatura.
anda por ahí y de pronto se da cuenta
de algo que ya sabía sin saberlo. Puedo decir que fue después de un encuentro
con
CHB.: Encuentro con Flo, es uno de tus libros más conocidos
¿Cómo surgió la idea de Julieta y su abuela Flora? ¿Te inspiraste en tus
vivencias, en cosas que te pasaron a vos?
En cada texto que escribo hay algo de mí. Algún
sentimiento, emoción o pensamiento es pretexto para la ficción. Los personajes
me permiten “poner en escena” mis propias perplejidades, indagaciones acerca de
los otros, los otros como un enigma que develo de a poco desde mi misma. Me
desdoblo en ellos y encuentro sus asuntos posibles, su humanidad. No me pasó
exactamente lo mismo que a Julieta de
“Encuentro con Flo” pero Julieta tiene
una posición de búsqueda que yo he tenido a esa edad. Y su abuela, Flora, carga
con todo el amor que yo tuve por mis abuelos. Luego, todo es un invento.
CHB.: ¿Cómo es tu rutina para escribir? ¿Tenés algún método
o manía que se repita?
Manía, sí. Qué buena forma de plantearlo. Necesito una
computadora y auriculares. Empecé a escribir cuando mis hijos eran muy chicos
en una casa como loft. Escucho alguna música que de a poco se va borrando. Se
va convirtiendo en la banda de sonido de la novela o cuento pero no le presto
atención. Me permite entrar en clima con mayor facilidad. Incluso puede que
esté en silencio pero saber que los auriculares están ahí en caso de
interrupción me alivia. Las rutinas no
se llevan bien conmigo porque en mi vida siempre aparece algo nuevo a lo que
acomodarse.
CHB.: ¿Alguna ves sufriste bloqueos? Si es así, ¿Cómo los
superaste?
Muchísimas veces. Te diría que cada vez que interrumpo
la escritura y tengo que retomar hay algo como bloqueo. Releo hasta el
cansancio para recuperar una voz o el clima. Pero a veces, algunas maravillosas
veces, sin querer me monto sobre un caballo salvaje y galopo sobre el teclado
mis palabras viento que me llevan a sitios de mí, de mi escritura, de mi
historia, que no sospechaba. Adoro esos momentos. Pero son imprevisibles,
llegan después de un trabajo lento, insidioso. Una condición para ser escritor,
me parece, es tener una cierta posibilidad de perseverancia.
CHB.: ¿Qué significó para tu carrera ganar el premio Barcode Vapor por primera vez?
Ah, fue muy mágico todo aquello. Creo que para mí y para
otras personas que participaron de ese libro también. El momento del premio fue
inolvidable. Me dio mucha confianza, pero también, comprendí que era un
comienzo, que la obra se construye con cada libro y que no había nada
asegurado. Cada nuevo proyecto que emprendiera tenía que tener, para mí al menos, esa fuerza de deseo. Encarnarse de ese modo.
CHB.: Estudiaste arte, teatro y sos Profesora de Educación
Preescolar y Licenciada en Psicología. Además de participar en talleres de
escritura, de ser jurado en concursos literarios y, obvio, de escribir… ¿Cómo
te las arreglas para hacer todo esto?
Ja, ja, soy muy curiosa. Me gustan muchas cosas. Pruebo.
Creo que al final se amalgama en lo que una es. No hice todo al mismo tiempo.
Pero si te fijás hay ejes que podés rastrear, las palabras, el arte y la
infancia, están presentes en todo lo que me interesa.
CHB.: Realizaste un
Máster en Promoción de la Lectura de la universidad de Castilla-La Mancha
(CEPLI) ¿Cómo fue esta experiencia? ¿Viviste en España por mucho tiempo? ¿Qué
te dejó este país?
Fue una experiencia genial que tengo que agradecer a mi
amiga querida Susana Aime. Era a distancia. Sólo fui un mes. El país me dejó
ganas de volver, una dimensión de lo antiguo que hasta el momento había tenido
desde la ficción. Y lo mejor que me pasó fueron los amigos. Gente deliciosa que
quiero mucho y todavía nos encontramos en las virtualidades. Sé que si
volviéramos a vernos estaríamos como en ese año junto a la fuente de sirenas de
la residencia en la universidad.
CHB.: ¿Cómo llegaste a formar parte del CEDILIJ? ¿Cuál es tu
papel allí?
Cedilij me abrió todas las puertas al campo de la LIJ.
En Cedilij ocurrió aquel encuentro con Laura Devetach. Y allí aprendí todo lo
que sé de mis compañeros que saben mucho más que yo. Hasta el año pasado era
parte de la Comisión Directiva, cargo al que renuncié porque necesitaba tiempo
para viejos deseos postergados. Como un taller de poesía que comparto con gente
impresionante y coordina Roberta Ianámico.
CHB.: En diversas oportunidades fuiste jurado de premios
literarios ¿Crees que son una buena opción para que autores noveles se den a
conocer?
¡Por supuesto! Son un buen pretexto para sentarse a
escribir, para darle forma a esa idea que anda dando vueltas desde hace tiempo,
para trabajar. Además los premios hacen necesario conocer el mundo editorial. Si
alguien quiere participar de un premio yo le sugiero que investigue. Que busque
el catálogo de la editorial. Lea lo que ha publicado. Piense si es ese el lugar
para su obra. Y luego, si es lo que quiere, mande. Porque aunque no gane
siempre pueden sugerir su publicación. Los premios son una puerta de acceso al
mundo editorial.
CHB.: Una vez que terminaste de escribir una nueva idea y
tenés el borrador ¿Cómo es el proceso de corrección? ¿Cómo buscas la editorial
para esa obra?
Del mismo modo que recomendé arriba. Veo dónde quisiera
que esté. No tengo apuro. Yo creo que es muy bueno dejar reposar el borrador y
acometer con la corrección al tiempo.
CHB.: ¿Hay alguna editorial cordobesa que te guste?
Me gustan muchas. Comunicarte es la más conocida, pero
están: Caballo Negro, Viento de Fondo, me gustan mucho las editoriales de
poesía aunque yo no tengo nada publicado ahí.
CHB.: ¿Qué libros o autores han influenciado tu carrera?
Ah, es imposible saberlo. Yo leo con fruición desde
chica y desde entonces tengo períodos de enamoramientos. Un montón. Me
deslumbro con el estilo de una escritora y allá voy por sus libros, hasta que
me canso o paso a alguien más. O descubro otro autor. Me faltan tantos que
tengo asegurada lectura hasta mis últimos días. Me resulta más fácil recordar
qué no he leído y me gustaría, por ejemplo tengo a Berger en espera, este puede
ser un buen momento.
CHB.: ¿Por qué escribís para niños? ¿Te gustaría probar
otros géneros?
Escribo para niños por muchas razones, sobre todo porque
los libros fueron de las cosas más importantes que me sucedieron en la
infancia. Ahora estoy con algo de poesía. Y el género pasa por debajo del
deseo. Si encuentro algo que tengo que contar allá iré y veré en qué género
acomoda.
CHB.: El mercado de la literatura juvenil está muy marcado e
influenciado por escritores extranjeros como J. K. Rowling, Suzanne Collins,
Stephenie Meyer y la lista sigue ¿Pensás que es complicado para los autores
locales competir con ellos?
El mercado es una cosa y la Literatura otra. A veces
tenemos la suerte de ver un buen libro de literatura instalarse con fuerza en
el mercado. Otras no. Son variables independientes, ¿no?
Además todos esos
libros son de autores angloparlantes, claro, el puro mercado llega de allá. No
creo que la literatura “compita con productos de mercado”. ¿De esos libros que
mencionás, estás midiendo el impacto del libro o del libro con la película
detrás? Lo mediático es objeto de mercado. Es un objeto de culto efímero, pasa
de moda para dar lugar a otro producto de la misma naturaleza. Roald Dahl
seguirá teniendo lectores durante muchísimas décadas
CHB.: Para los nuevos escritores es difícil ser escuchados
por las editoriales ¿Qué le recomendarías a hacer?
A los nuevos escritores les cuesta ser leídos. O sea: a
un escritor le cuesta ser leído por primera vez. Luego ya no es tan nuevo. Por
eso los premios me parecen una buenísima opción. Y el trabajo de hormiga sobre
el texto, la persistencia en el deseo, esas las únicas vías que conozco.
CHB.: Personalmente me sirvió mucho ir a talleres de
escritura creativa para ir perfeccionando mi estilo ¿Recomendás a todos
aquellos que quieran empezar a escribir hacer alguno?
Esa, me parece, es una búsqueda personal. Yo creo que se
aprende mucho en un taller pero también se pueden homogeneizar miradas sobre la
literatura. Creo que es muy importante elegir un espacio en el que cada uno se
sienta potenciado.
CHB.: ¿Cómo es tu relación con los lectores?
Es frecuente porque voy a escuelas y a espacios donde
puedo conversar de mis libros. A mí me
encanta. Creo que se recogen lecturas, miradas, que de un texto salen múltiples
mundos. Eso es genial.
CHB.: Para alguien que no leyó ninguno de tus libro ¿Por
cuál le recomendarías empezar?
Le recomendaría darse un tiempo para leer los comienzos,
ver qué le dicen los títulos y elegir el que le prometa más a ese lector.
Muchas gracias por tu tiempo, y éxitos en todos tus
emprendimientos.
Gracias a vos. Un abrazo.
Laura Escudero
No hay comentarios:
Comparte tu opinión, ya que es muy importante y hace que este blog crezca