Esta mañana recibí un mensaje de
María Teresa Andruetto donde ella aceptaba que le realizara una entrevista para
mi blog…
No lo podía creer!
Es un de mis escritoras favoritas, y
no sólo por la calidad de su obra, sino porque admiro su carrera, siendo una
férrea activista en la formación de jóvenes lectores y difundiendo la palabra
en escuelas, talleres y cursos.
Hace unas semanas ella presentó un
libro de Canela, en la Librería del Palacio, y les puedo decir que es una mujer
encantadora, simpática y de risa contagiosa.
Descendiente de italianos
piamonteses, esta autora cordobesa tiene una prolifera carrera literaria que va
enriqueciendo con hermosos cuentos, novelas y ensayos (párrafo aparte la enorme
cantidad de premios y reconocimientos que ha recibido), que son leídos tanto por
niños como por adultos. Su obra tiene un trasfondo social y personal con el que
todos podemos identificarnos, además de escribir de manera mágica, entendible y
profunda, que llega al corazón.
CHB.: Bueno, primero que nada gracias
por regalarme un poco de su tiempo, y por compartir su basta experiencia con
los lectores… para empezar me gustaría preguntarle ¿En qué momento de su vida
se dio cuenta de que dentro suyo había una escritora?
Uh…, me di cuenta pronto de mis ganas de escribir, pero no me imaginé
como escritora (en el sentido en que lo soy ahora) hasta que fui una mujer
grande.
CHB.: ¿Cree que un escritor se hace
o nace? ¿Qué importancia tiene la escuela como formadora de niños
lectores-escritores?
Como en todo hay un poco de todo,
mucho de lo que somos se aprende. Se aprenden y construyen el oficio, la
condición de lectores, el ejercicio de mirar, la paciencia, la voluntad de
trabajar y tantas otras cosas necesarias para ser un escritor, porque la
escritura necesita también de mucho trabajo…, todo eso se hace y todo lo que se hace
puede enseñarse. La escuela, los talleres, las bibliotecas, son espacios donde
se pueden aprender esos aspectos de la escritura que se hacen, se construyen. Pero todo ese hacer, ese saber, esa
disciplina de trabajo y ese oficio se montan sobre algo que no sabría decir si
es natural pero si que es muy temprano, inconsciente tal vez: una necesidad muy
honda de decir, de contar, de comprender…
CHB.: Estudió Letras en la Universidad Nacional de Córdoba
¿Esto le sirvió para sentar las bases en su carrera? ¿Qué otras cosas le dejó
su paso por la universidad?
El
paso por la universidad me dejó muchas cosas, por supuesto. Sobre todo, me dejó
una disciplina de lectura y una matriz donde insertar todo lo que fui leyendo
después. También aprendí a estudiar y comprender mejor lo que leía, a llevar
adelante una cierta tarea crítica y aprendí a enseñar, que eso hice durante
muchos años, ese ha sido mi trabajo y también ha sido una de mis pasiones.
CHB.: Aunque
hay casos de escritores extranjeros que ganan millones, para la mayoría es
difícil pagar las cuentas y tienen que mantener como hobby su pasión ¿A que se
dedicó o qué actividades realizó hasta poder vivir de lo que escribe?
Durante muchos años viví de la docencia,
profesora en escuelas secundarias y en profesorados y coordinadora de talleres
de escritura en diversos lugares.
CHB.: ¿Cuál fue su rol en el CEDILIJ?
Formé
parte del equipo que inició la institución, apenas terminada la dictadura y
hasta el año 1995 inclusive. Todos teníamos ahí múltiples roles, en mi caso
daba clases en los seminarios de formación, coordinaba talleres de lectura y
escritura con adolescentes, daba cursos de capacitación a docentes y era
secretaria de redacción de una revista especializada que se llamaba Piedra Libre
CHB.: Cuando
escribe ¿tiene algún método? ¿Cómo es el proceso de escritura de una novela o
cuento?
Es siempre distinto, diferente cada vez.
Pero siempre el origen de la idea por así llamarla es una escena que vi o
imaginé a partir de algo que escuché de modo azaroso, tal vez en la calle o en
algún sitio. A veces alguna de esas escenas ronda por mucho tiempo mi cabeza
hasta que me lleva a escribirla. Entonces hago un primer borrador y puede que
eso quede dormido por mucho tiempo, que no se reactive nunca o que yo vaya poco
a poco puliéndolo, expandiéndolo hasta convertirlo en un cuento o en una
novela.
CHB.:
¿En qué situaciones o cosas se inspira para crear?
En la vida, al escribir siento el deseo de
apresar alguna escena de vida, o mejor dicho deseo de volver viva una escena,
unos personajes.
CHB.:
¿Ha tenido dificultades para poner en palabras lo que quería expresar? ¿Sufrió
alguna vez un bloqueo?
Siempre tengo muchas dificultades para
poner en palabras lo que quiero expresar, mejor dicho no sé bien qué es lo que
quiero expresar hasta que en el camino de escritura, buscando con esfuerzo las
palabras, descubro en parte lo que quiero decir.
Tengo muchos proyectos de escritura que no
avanzaron, que quedaron ahí, pero no los vivo como bloqueos, no. Los vivo como
parte del proceso mismo de escritura.
CHB.: Al
terminar de escribir ¿Usted misma corrige el texto? ¿Suele dárselo para leer a
algún amigo o familiar?
Lo corrijo yo misma hasta el infinito.
Después lo doy a leer, si. A dos amigas, excelentes amigas y excelentes
lectoras. Y también a algunas personas de mi familia.
CHB.:
Algo difícil, sobre todo para autores noveles, es encontrar editores que lean
su obra ¿Cómo fue la primera vez que publicó? Y de ahí en más ¿Cómo encara hoy
en día la tarea de buscar editorial?
Demoré muchos años en encontrar editor.
Comencé a escribir siendo muy joven, pero publiqué mi primer libro a los 40
años, a raíz de un premio. Hoy es muy diferente, soy conocida, no tengo
mayormente problemas para colocar los libros que escribo, tampoco publico
tantos libros, me tomo todo el tiempo necesario para revisarlos y para dejarlos
madurar.
CHB.: Usted
publica tanto con grandes casas editoriales como con pequeños sellos
independientes ¿Le parece que la actividad editorial de Córdoba está creciendo
y ganándose un lugar en el mercado nacional?
La actividad editorial en Córdoba ha
crecido enormemente. Hay muchos sellos, con catálogos muy interesantes, tanto
que diría que Córdoba puede considerarse como un polo editorial de edición
independiente, en Sudamérica.
CHB.:
¿Qué importancia ha tenido para la difusión de su obra el “Boca en boca” de los
lectores?
Muchísima, casi diría que una importancia
total. Me jacto de eso, me jacto de ser una autora que fue ganándose a sus
lectores de uno en uno, justamente por ese de boca en boca…
CHB.: El premio Hans
Christian Andersen
(equivalente al Nobel de la literatura para chicos) nunca antes había sido
otorgado a un argentino ¿Qué significó para usted ganar tamaña distinción?
¿Cambió su carrera a partir de ese momento?
Una
sorpresa, un honor, un sacudón. Significó la posibilidad de ser traducida a
otras lenguas. Me sacó fuera de mi lengua hacia nuevos lectores y nuevos
lugares de reconocimiento.
CHB.: Aparte de este galardón ¿Qué otro
premio significó mucho para usted?
Todos
los premios que obtuve me significaron mucho. El premio Luis de Tejeda, de la
editorial de la municipalidad de Córdoba, me permitió publicar por primera vez,
luego el premio novela del Fondo Nacional de las Artes, el premio
iberoamericano a la trayectoria me sacó hacia otros países de Latinoamérica, el
Andersen me permitió ser traducida a otras lenguas, el premio 400 años de la universidad
de Córdoba, mi querida universidad, me llenó de orgullo
CHB.: Usted aboga porque la literatura
infantil sea considerada sólo literatura, sin ninguna etiqueta ¿Qué puedo
decirnos sobre esto?
Eso,
que en ella importe más el sustantivo que el adjetivo. Que sea una literatura
de verdad, o sea que se dirija más al lenguaje que a lectores predeterminados,
que signifique no sólo el relato de una peripecia sino sobre todo una
experiencia de lenguaje
CHB.: De todas formas, ¿Piensa que hay
cierto grado de responsabilidad al escribir para jóvenes?
Hay
un alto grado de responsabilidad en el acto de escribir. Un enorme compromiso
con uno mismo, con la búsqueda de una verdad interior que no se corrompa ni se
venda.
CHB.: ¿Qué autores marcaron su vida? Y
¿Qué libros le dejaron una huella?
Muchos,
muchísimos. Los narradores argentinos de la generación post Borges, escritores
de las provincias como Di Benedetto, Demitropulos, Moyano, Orphée o Puig;
narradores del neorrealismo italiano, escritores del sur norteamericano, poetas
argentinas de los sesenta para acá, poetas italianos del siglo XX, entre muchos
otros.
CHB.: Para alguien que quiere ser
escritor ¿Opina que primero tiene que ser un ávido lector?
Por
supuesto.
CHB.: ¿Cuán importante es asistir a
talleres de escritura creativa?
No sé cuán importante, es diferente para cada quién y por supuesto no es
indispensable para ser un escritor, pero puede ayudar mucho a acortar el
camino, a leer mejor, a ir más rápido a los escritores que mejor pueden
influirnos, a revisar mejor lo que escribimos, a descubrir si los demás
entienden algo de lo que hemos escrito…
CHB.: ¿Hay algún consejo que le
quiera dar a todo aquel que se inicia en el camino de la escritura?
En esto, cada uno encuentra su camino. Entonces diría eso, que lea
intensamente y que se escuche, que siga su necesidad interior, personal.
CHB.: Usted es esposa, madre y escritora
¿Cómo logra el balance en su vida?
Uh,
no hay logros, hay caminitos, a veces se descompensan un poco o un mucho pero
el amor (por los nuestros y el amor por lo que hacemos) siempre me ha ayudado,
me ha servido de brújula.
CHB.: ¿En qué proyectos está trabajando
por ahora?
En
este momento estoy escribiendo una conferencia que se llama Elogio de la dificultad
CHB: ¿Qué obras destaca de su
trayectoria? ¿Podaría recomendar alguno de sus libros para alguien que no haya
leído ninguno?
…le
dejemos eso al lector
Muchísimas gracias por sus respuestas,
significan un montón para mí.
Cualquier sea
el libro que elijan van a disfrutarlo, porque esta ESCRITORA tiene la facilidad
de combinar de una manera cautivadora e inteligente la sensibilidad del alma.
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